La presión de un balón de fútbol puede afectar el resultado de un partido, ya que afecta la forma en la que se mueve al ser pateada. Si juegas fútbol, esta herramienta podrá hacer la diferencia para ti.
La FIFA establece que el balón debe de estar inflado entre 8.5 a 15.6 psi (0.6 a 1.1 bar). Un balón sobre inflado puede ser peligroso, sobre todo en los cabezazos. Un balón con poca presión es bueno para practicar cabezazos y para usarlo en zonas de espacios reducidos.